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En la quietud de la noche
me despertaron tus besos
yo seguí durmiendo
creyendo que era un sueño
Al sentir tu aliento de vida
al oír mi nombre en tu voz
supe que también te anhelaba
sentí la llamada del amor
Tus caricias cual fugaces destellos
invadieron mi piel y mis sentidos
decidí entonces,
someterme a tu delirio
en una dulce rendición
Yo ya no era yo
Tu ya no eras tú
Éramos dos ávidos amantes
en el límite de la pasión
Dos cuerpos fundidos
en una rítmica cadencia
Dos almas unidas
en la danza perfecta
Cómo las olas y el mar
Cómo las nubes y el firmamento
Cómo el universo y el infinito
Cómo el amor y lo eterno.
Emma Mir
Poema mui belo.Fascinante!
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